Nos encontramos ante un libro que solo pretende divertir a los más pequeños de la casa y con el que podremos incluso jugar a representarlo como si fuera una pequeña obra de teatro.

Así que os avisamos, por si habéis leído o conocéis el final, que no entraremos en juicios de valor. Los libros están para divertirse, y éste nos ha sacado una sonrisa a las dos.

Imaginad que sois un conejito que va por el bosque. Como buen conejito, estáis atentos a los peligros que acechan entre los árboles y siempre permanecéis alerta a todos los sonidos y más cuando se dice que en el bosque hay un lobo que tiene mucha hambre...

Con los lobos no se juega.


Como conejito responsable y cauto que sois, a medida que os vayáis encontrando animalitos por el bosque, les avisaréis del peligro que corren.

Ya sabéis que a cada animal le solemos asociar una característica por cómo es: los caracoles son lentos, los topos ven muy poquito... y es lo que le decimos a alguien cuando representa esta característica del animal: eres más lento que un caracol, por ejemplo, o duermes más que una marmota.

Iréis avisando así a un caracol que de primeras se asusta pero apenas puede correr, así que cargaréis con él, avisaréis a un lirón que obviamente está dormido, a un topo que apenas ve pero es muy listo... y así hasta llegar al pobre burro.



Y digo pobre, porque ya sabéis por qué se caracterizan los burros.

Los dibujos son muy sencillitos, cada animal aparece en un color y apenas hay detalles, pero es un álbum muy visual ya que las ilustraciones ocupan toda la página.
Además el texto, que no es muy larguito, está en mayúsculas, lo que será de ayuda para los primeros lectores.

Por supuesto, no os vamos a desvelar el final pero podéis pasar por la Libroteca para haceros con este libro tan divertido que seguro que os da mucho juego y con el que además podréis abordar temas de actualidad.

Si os animáis podéis pedirlo desde nuestra web,