Hace poco escuché a unos niños que definían la guerra como una cosa en la que nadie gana y mi prima añadió... y todos pierden.

Este álbum ilustrado nos cuenta la historia de Baki. Baki cumple 12 años, los mismos que la guerra civil que asola su país. Esa misma mañana unos soldados registran las casas de su pueblo y deciden que ya es suficientemente fuerte para luchar por lo que es reclutado para ir a la guerra sin saber hacia dónde se dirige ni cuánto tiempo tendrá que caminar con un arma tan pesada como él.

El día de su cumpleaños, Baki dejó de ser "el rey del balón" para pasar a ser Baki, "el niño soldado".

¿Todos los niños se convierten en soldado al cumplir 12?

Acompañaremos a Baki portando su arma pesada, caminando entre cañonazos, sin ser más que un niño disfrazado de soldado que, como debería pasarnos a todos, no está hecho para la guerra ni quiere saber nada de ella.

Por suerte para él, un día, cuando "su bando" pierde, consigue escapar sin que nadie se dé cuenta de su huida.

Es así como llega a una fila de refugiados que han encontrado ayuda y que se dirigen a un campamento.

Tras varios días de marcha a través de la sabana, Baki estará al amparo de la ONU, allí, entre tiendas vivirá y estudiará cada día. Pero este álbum no solo habla de la guerra y de cómo Baki paso a ser un soldado, también es la historia de los refugiados y de la gente que los ayuda y de cómo años después Baki ayudará a los demás, eso sí, todavía con miedo al escuchar motores.

Una historia contada con sencillez que transmite el miedo y la desolación de la guerra pero que nos deja un poso de esperanza y agradecimiento para todos aquellos que ayudan a los demás sin pensárselo dos veces.

Las ilustraciones en tonos naranjas, amarillos y negros con Baki destacando en azul me parece que logran el impacto deseado y son todo un acierto.

El PVP del libro es de 15€ y podéis venir a la Libroteca para echarle un ojo o pedirlo desde aquí.