El vampiro más molón de la literatura infantil

Viajar mola un montón pero si te paras a pensarlo son muchas las cosas que hay que preparar y muchas las cosas que pueden salir mal.

Imagina que te olvidas en casa algo muy importante al más puro estilo McAllister con Kevin o peor todavía, te lo olvidas en el sitio a donde has viajado.

También puede haber algún problemita con el equipaje y quedarte sin ropa interior ni pijama hasta que se solucione, por ejemplo.

Algo así es lo que le va a pasar a la familia de Vladimiro, el vampiro más molón de la literatura infantil, sí ese que hace nada nos contaba que ya estaba cansado de ser vampiro y pregonaba eso de «antes muerto que vampiro».


En este cuarto volumen, que podéis leer de forma totalmente independiente, Vladi está contentísimo porque ha llegado una carta muy especial de parte de su tía Miriam. ¡Una invitación de boda! y la celebración es nada más y nada menos que en New Orleans.

Así que ya os imaginaréis la de cosas que tienen que hacer antes de la fecha. Comprar regalos, trajes billetes de avión... Un momento ¿billetes de avión? Parece que al papá de Vladimiro se le ha olvidado hacer algo importante. Mamá está bastante enfadada pero la buena noticia es que los puede comprar ahora mismo. El problema es que solo quedan 3 plazas y ellos son 4. Así que finalmente deciden que Vladi deberá ir en el ataúd junto con el equipaje hasta el destino. Total qué puede pasar, solo son 13 horas de vuelo.

 

Pero como imaginaréis no estaríamos hablando de «El vampiro Vladimiro. Hacia Japón va un vampiro. Ring. Ring» si algo no fuera a salir rematadamente mal.

El ataúd se pierde y nuestro vampiro favorito aparece en una extraña sala llena de maletas viejas.
Los letreros parecen pintados con las patas de un grillo que se haya manchado de tinta y para colmo una niña fantasma atraviesa la pantalla de televisión que hay en la sala.

Vladimiro no solo tendrá que adivinar dónde ha ido a parar y encontrar la manera de volar hasta la boda de su tía sino que tendrá que ayudar a otros personajes que están igual de atrapados o más que él.


 
Es una historia divertida con un personaje fantástico y con muchas referencias y guiños que los lectores van a disfrutar. Desde las típicas frases de la madre a la hora de hacer las maletas, hasta las referencias a la cultura japonesa con la presencia de fantasmas tan conocidos como esa niña que sale de la pantalla o el kitsune que aparece para ayudar a nuestro vampiro.

Las ilustraciones son otra de las cosas que me tienen enamoradísima.
Me parecen fantásticas y siempre me sorprenden. A sus guiños, que no se quedan atrás (mi corazoncito ha saltado con Oliver Atom y con Seiya lo reconozco) debemos sumarle la cantidad de detalles que incluyen siempre, la ropa de Vladi que es la caña y esa escena del luces en el aeropuerto que es una pasada. Por ejemplo.

 

En definitiva, que esta nueva aventura me ha encantado ¡y ya van cuatro!

Si estáis buscando una lectura para esos lectores que ya leen de forma autónoma o para aquellos que buscan historias más cortitas y llenas de ilustraciones no tenéis que dejar pasar la oportunidad de que conozcan a el vampiro Vladimiro. Estoy segura de que les encantará y que así tendréis una excusa para leerlos vosotros también.

Aunque si eres de los míos y no necesitas excusas siempre puedes pasarte por aquí y comprarte el que más te guste para ti.

El PVP es de 12,95€ y lo podéis pedir también para enviar desde este formulario web.

Libroteca El Gato de Cheshire

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