A veces es normal estar cansado de la monotonía, como Shakira, y es necesario salir a vivir aventuras, el problema es que no siempre sabemos cómo o con quién, ¿no os parece?
Pues yo tengo la solución perfecta, porque abriendo las páginas de un libro siempre viajamos a lugares remotos o conocemos a gente distinta, y todo sin los riesgos que podría conllevar una aventura de otra manera.
Así que subid a este autobús sin rumbo fijo y disfrutad de la buena compañía y las preciosas vistas.
¡Nos vamos!
Su conductor está cansado de ir siempre por las mismas calles, recoger a las mismas personas y parar en los mismos sitios.
Por eso, cuando un día ve un pequeño camino que no ha visto nunca, decide tomarlo sin saber a dónde va, solo pensando en cambiar en no ir a ningún sitio en especial.
Sorprendentemente los pasajeros parecen igual de entusiasmados con la idea y cada vez son más los que quieren subir para ir a ninguna parte.
Y así poco a poco el autobús comienza a llenarse.
Porque si llegan al mar, necesitan poder navegarlo, si pasan por un puente demasiado bajo deberán poder superarlo, si hace calor...¿Qué hay mejor que una piscina?
Los pasajeros están tan felices como el propio conductor, disfrutan de su viaje a ninguna parte, y es que la mayoría de las veces lo mejor es el recorrido y no el destino.
Pero un día, el motor comenzará a hacer un extraño ruido, saldrá humo del capó y el autobús no podrá continuar su viaje.
No os voy a contar si encuentran una solución o si ese es el final de viaje, solo os diré que cuando leáis el libro descubriréis el final y además cada detalle que esconde este fantástico viaje.
Además, el álbum incluye un desplegable enorme para mostrar los cien pisos del autobús.
¿Sabéis dónde habrán podido añadir cada planta? ¿Por qué lo habrán hecho?
Os invito a descubrir la ruta de este autobús que empezó no yendo a ninguna parte y terminó recorriéndolas todas.
Sin duda un viaje tan divertido de hacer como de leer que seguro que os conquistará y quién sabe, quizá os anime a salir del camino.
Además, el álbum incluye un desplegable enorme para mostrar los cien pisos del autobús.
¿Sabéis dónde habrán podido añadir cada planta? ¿Por qué lo habrán hecho?
Os invito a descubrir la ruta de este autobús que empezó no yendo a ninguna parte y terminó recorriéndolas todas.
Sin duda un viaje tan divertido de hacer como de leer que seguro que os conquistará y quién sabe, quizá os anime a salir del camino.
Las guardas al inicio del libro representa una ciudad apagada y gris, al final la cosa ha cambiado.
Además hace poco vi una manualidad con cajas de cartón reciclado haciendo pisos para este autobús y me pareció una idea genial.
Así que ya sabéis, si os ha gustado la reseña podéis pasar a echarle un vistazo al libro por la Libroteca o reservarlo desde el formulario web tanto para recoger como para que os lo envíe a casa.