En esta historia de poco más de 60 páginas, el lector vivirá una divertida aventura junto a un dinosaurio llamado Pequeñín que pese a la sorpresa inicial, se convierte en el amigo perfecto para Virginia.
Virginia y Pequeñín tendrán que abandonar el agua calentita de la bañera para salir a buscar algo que pueda comer el dinosaurio, ya que, como imaginaréis lo que hay en la nevera no parece suficiente para un animal tan grande.
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Hay momentos muy divertidos y momentos de complicidad, locuras al más puro estilo Wonderland, con sus conversaciones absurdas y todo.
Además, el lector se encontrará con un final que sin duda le dejará pensando. De hecho me atrevo a decir, que probablemente los peques crean una cosa diferente a la que creeréis vosotros.
Las ilustraciones son muy coloridas, a veces ocupan una página y otras veces media, pero siempre aportan a la historia y creo que en los libros para estas edades es muy necesario, puesto que les ayudará a terminar de imaginar lo que leen y a descansar de "tantas" letras.
En la historia aparecen también, dos amigos de Virgina. Ellos han "encontrado" unos caracoles muy especiales que ahora son sus mascotas, y la verdad es que una de mis escenas preferidas es una en la que Pequeñín les hace una sugerencia sobre los caracoles, porque es una de esas escenas absurdas que todos toman como normal, y me encanta.
Una historia perfecta para aquellos lectores que ya siguen el hilo de una historia, puesto que aunque tiene capítulos cortitos y no muchas páginas, no son capítulos que cierren la aventura.
Si queréis podéis pasar a echarle un vistazo por la Libroteca o pedirlo desde el formulario web para que os lo envíe.
Una historia perfecta para aquellos lectores que ya siguen el hilo de una historia, puesto que aunque tiene capítulos cortitos y no muchas páginas, no son capítulos que cierren la aventura.
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El PVP es de 12,50€
